Parte 5

Capítulo 5: La peor alianza posible.

Ya han pasado tres meses desde que Goku subió a la Torre de Karin, donde se fortaleció brutalmente y descubrió las semillas senzu. Desde entonces, no ha cesado su misión lo más mínimo.

Por su parte, Mutenroshi ha estado muy involucrado con el entrenamiento de sus dos discípulos, Krilin y Yamcha, los cuales, también se han vuelto mucho más fuertes de lo que podían imaginar.

Un día, mientras estaban descansando tras la comida, oyeron rumores de que Goku se encontraba en una isla no muy lejana de la que ellos entrenaban. Los dos discípulos, le pidieron a su maestro que los llevara a combatir contra el temible niño genocida. Mutenroshi no estaba de acuerdo con la idea.

-Venga, maestro. Por favor. ¡Quiero darle una buena lección a ese asesino!- dijo Krilin, apretando los puños con rabia.

-Hay que pararle los pies cuanto antes.- insistió Yamcha.

-Pero... es que...- dudaba Mutenroshi.

-Sí, sé que usted luchó contra él, y sabe lo poderoso que es... Puede que ahora lo sea incluso más, pero si le atacamos entre los tres, estoy seguro de que le venceremos.- dijo Yamcha con plena confianza.

-¡Esta bien. Vamos!- exclamó el duende tortuga, y tras pensar unos segundos remarcó: -Pero si la cosa se pone fea, saldremos de allí sin dudarlo. El futuro del planeta depende de vosotros, y todo este entrenamiento no habrá servido de nada si acabáis muriendo hoy.-

-¡De acuerdo, maestro!- respondieron ambos discípulos.

Yamcha sacó una cápsula que contenía un pequeño jet, subieron los tres y tomaron rumbo hacia el lugar donde se encontraba Son Goku.

En pocos minutos llegaron al lugar, no les costó encontrarle, pues las grandes columnas de humo se veían a varios kilómetros de distancia. Aterrizaron cerca de él y guardaron el jet en la cápsula.

Al ver que se le acercaba alguien, Goku miró con cierto desprecio e indiferencia a los jóvenes aprendices. Pero, tras fijarse bien, pudo ver detrás de ellos a Mutenroshi. En ese momento, levantó las cejas involuntariamente en señal de sorpresa, y dijo:

-¡Vaya, eres tú, viejo! Ya estabas tardando en volver a aparecer.-

Mutenroshi ignoró las palabras del pequeño y le recriminó: -No me hiciste caso, Son Goku. Todavía sigues por el camino equivocado...-

-¡Cállate! No empieces otra vez con la misma historia.- Interrumpió Goku algo enfadado.

-Esta vez no lucharé yo, lo harán ellos. Son mis discípulos. Llevan meses entrenándose para enfrentarse a ti.- Informó el duende tortuga.

-Esos dos no me interesan. Yo quiero la revancha por humillarme aquella vez. Esta vez será muy diferente.- rebatió Goku, y luego añadió: -O... pensándolo mejor, primero mataré a tus alumnos para que sufras.-

Yamcha y Krilin se lanzaron rápidamente a por Son Goku mientras Mutenroshi observaba el combate desde la distancia. Ambos discípulos intentaron golpear al pequeño, pero éste esquivaba todos los golpes. Y para quitárselos de encima, contraatacó con una ráfaga de puñetazos que ninguno de los dos alumnos consiguió evitar. Rápidamente, tanto Yamcha como Krilin se pusieron en pie y adoptaron posición de defensa.

Entonces fue Goku quien se abalanzó contra Yamcha. El exbandido se protegió como pudo de la serie de golpes que le propinaba Goku, y en un pequeño descuido del saiyano, logró darle una patada que lo envió a unos metros de distancia. Antes de que le diera tiempo a reaccionar, Krilin dio un gran salto y aterrizó con un tremendo rodillazo en el abdomen de Goku.

-¡Sí! El entrenamiento del maestro ha funcionado.- celebró Krilin.

-Bueno... no está mal, lo reconozco.- respondió Goku mientras se sacudía el polvo de la ropa.

-¡¡Pero si no le hemos hecho nada!!- se sorprendió Yamcha al verle nuevamente en pie.

En ese momento, Mutenroshi se dio cuenta de que sus alumnos no tenían posibilidades de victoria. Pensó en intervenir, pero finalmente decidió quedarse un poco más, por si aún ocurría un milagro... que nunca llegó.

Goku se lanzó a por Krilin, ya que se encontraba más cerca, y le atacó duramente con puñetazos y patadas hasta dejarlo inconsciente. Luego fue directo a por Yamcha, el cual no podía reaccionar, solo sentía las gotas de sudor recorrer su frente. En un abrir y cerrar de ojos, vio a Goku a escasos centímetros de su cara y acto seguido recibió un gran puñetazo en el rostro que le tumbó al instante.

Mutenroshi cerró los ojos, bajó la cabeza y dejó salir un suspiro. Sabía que este enfrentamiento había sido un fracaso.

-Venga viejo, ¿no quieres probar tú también? ¡He mejorado mucho desde aquella vez!- decía Goku provocando un combate contra Mutenroshi.

Pero el anciano maestro hizo oídos sordos a las palabras del pequeño, recogió a Krilin, que aún no había recobrado la consciencia, y ayudó a Yamcha a ponerse en pie.

-Saca el jet. Nos vamos de aquí.- dijo el duende tortuga con un tono muy serio.

-S... Sí, maestro.- respondió Yamcha mientras accionaba el botón de la cápsula.

Los tres se montaron en el jet y poco a poco comenzaron a despegar, mientras Goku les miraba fijamente con una maliciosa sonrisa, hasta que aquel transporte se perdía en la inmensidad del cielo.

Al cabo de unas pocas semanas, Kakarotto se encontraba en medio de un bosque de camino hacia el siguiente pueblo cuando, de pronto, un anciano con un atuendo verde y un sobrero en forma de ave apareció frente a él. Era el Duende Grulla, el mayor rival del Duende Tortuga.

-Hola, Son Goku. Llevaba un tiempo buscándote.-

-¿Quién diablos eres?- preguntó Goku con cierta desconfianza.

-¿Es cierto que te has enfrentado tú solo al Duende Tortuga?-  se interesó el malvado maestro.

-...Sí, ¿y qué?-

-Verás, yo también estoy interesado en deshacerme de ese carcamal, ¿qué te parecería si tú y yo nos unimos?-

-No me interesa. Quiero vencerle sin ayuda de nadie. Piérdete.- respondió Goku sin mirarle a la cara.

-¿Está de broma? Tú solo no serás capaz de vencerle. Estoy convencido de que no usó toda su fuerza contra ti. Si entrena y se pone en forma, te destrozará en un segundo.-

Goku se quedó un instante en silencio y preguntó: -Y tú... ¿qué me ofreces a cambio?-

-Junto a mis otros dos discípulos aprenderás un montón de técnicas valiosas y eficaces.- respondió el Duende Grulla.

-Bueno... suena interesante.- dijo Goku algo entusiasmado, cerrando así el acuerdo. Se acababa de llevar a cabo la peor alianza posible.

Más tarde, ambos llegaron al lugar donde el maestro Grulla tenía su escuela. Allí le esperaban sus dos discípulos que, al oírle llegar salieron a recibirle.

-Son Goku, te presento a Ten Shin Han.- dijo el Duende Grulla.

El pequeño saiyano y el humano de tres ojos se lanzaron una fría mirada de rivalidad. Ninguno de los dos saludó al otro. No cruzaron ni una palabra. El maestro iba a presentar al otro alumno cuando...

-Y él es...-

-Hola, me llamo Chaoz.- interrumpió el pequeño mimo, presentándose por sí solo con gran inexpresividad.

Goku también le miró de arriba a abajo, como si estuviera analizándolo. Pero giró la cabeza mirando hacia otro lado sin devolverle el saludo.

Este acto hizo que ambos discípulos empezaran a desconfiar de él.

-Como gran asesino de masas que eres, tenía cierto interés en conocerte. Pero eres bastante desagradable.- replicó Ten Shin Han ante la actitud de Son Goku.

-Dale tiempo, Ten Shin Han. Estoy seguro que tarde o temprano terminaréis siendo buenos compañeros.- dijo el Duende Grulla. -Recuerda que tenemos que colaborar todos juntos para humillar y destrozar al Duende Tortuga.-

El Duende Grulla había logrado que el peligroso Goku se pusiera de su parte. ¿Qué consecuencias tendría esto?