Parte 3: Objetivo común.
Por todo el mundo, empezó a correr la noticia de la batalla entre
Son Goku y Mutenroshi. Al parecer, aquellos aldeanos que habían sobrevivido
gracias a la intervención del duende tortuga, fueron extendiendo el suceso allá
a donde iban. Enseguida, los periodistas más avispados, fueron recabando
información y terminó publicándose en todos los medios de comunicación.
En el templo de Oorin, mientras todos los monjes practicaban sus
ejercicios diarios para fortalecer cuerpo y mente, uno de ellos, llamado
Krilin, permanecía sentado en un rincón leyendo atentamente una noticia que le
llamó la atención. Se trataba de la batalla entre Son Goku y Mutenroshi que
tuvo lugar unos días antes.
Krilin admiraba ahora mucho más al Duende Tortuga tras saber que
había tenido el valor de enfrentarse al diabólico niño. El principal objetivo
del pequeño monje shaolin era hacerse fuerte para ser popular entre las chicas,
así que pensó:
-"¡Ya está! ¡Me convertiré en alumno del famoso Mutenroshi,
venceré a Son Goku y cuando las chicas se enteren, caerán rendidas a mis pies!
"- Imaginaba Krilin, alejándose de la realidad y con la mirada perdida.
Salió de aquel templo en el que llevaba ocho años entrenando y
partió rumbo a la casa de su futuro maestro.
En medio del desierto, Puar, un pequeño gato volador con la
habilidad de transformarse; entraba con cierto nerviosismo en el escondrijo de
su inseparable amigo Yamcha, un bandido del desierto de 16 años con pánico a
las mujeres.
-¡Yamcha, Yamcha! ¡¡Mira esto!!- gritaba Puar entrando en el
lugar, sosteniendo un diario.
-¿Qué es?- preguntó Yamcha.
-Lee la noticia de la portada.-
Tras leer la noticia del enfrentamiento entre Goku y Mutenroshi,
Yamcha sintió un gran deseo por conocer al reputado maestro de artes marciales.
Quería ponerse bajo su tutela, al igual que Krilin.
Recogió sus cosas más preciadas en una bolsa y se despidió de
Puar.
-Ha llegado el momento, amigo. Voy a dar un cambio radical a mi
vida. Creo que lo necesito. Iré a entrenar con ese viejo maestro y junto a él,
acabaremos con ese maldito Son Goku, así la paz volverá a reinar en la Tierra.- dijo Yamcha.
-Entonces... ¿esto es una despedida?- murmuró Puar cabizbajo.
-Sí... Pero no te preocupes. Cuando todo esto termine, nos
reuniremos de nuevo. Lo prometo.- aseguró Yamcha completamente convencido
mientras acariciaba la cabeza de su compañero.
-¡Te estaré esperando!- gritó Puar al ver alejarse a su amigo.
-¡Hasta la vista!- respondió Yamcha, al mismo tiempo que aceleraba
su moto aérea y se perdía en el horizonte tras la gran polvareda que levantaba
su transporte.
Al cabo de unas horas, y tras atravesar varios pueblos, llegó al
puerto más cercano. Guardó su moto en la cápsula y sacó otra del bolsillo,
seguramente robada a algún pobre individuo que se perdió por el desierto.
Pulsó el botón, la lanzó hacia el mar y apareció una lancha a
motor. Subió en ella, y sin saber muy bien hacia dónde dirigirse, se adentró
rápidamente en el océano.
-Maldita sea... ¿dónde está la casa del maestro Mutenroshi? Solo
veo agua por todas partes...- decía Yamcha perdido en mitad del océano.
Al cabo de un rato, vio pasar una pequeña barca. Se acercó a ella
y descubrió que había un pequeño monje remando con todas sus fuerzas. Por
supuesto, se trataba de Krilin.
-¿A dónde vas, enano?- preguntó Yamcha con chulería.
-No tengo porqué darte explicaciones. Piérdete.- respondió Krilin
con el mismo tono chulesco.
-¡¿Cómo?! ¿Quieres probar mi técnica "Colmillos de
lobo"?-
-Me estás haciendo perder el tiempo... Tengo que llegar a la casa
del Duende Tortuga antes de que anochezca, si no, estaré perdido...-dijo Krilin
a regañadientes mientras tomaba de nuevo los remos.
-¿El Duende Tortuga? ¡¿Te refieres al maestro Mutenroshi?!-
preguntó Yamcha.
-Sí... ¿lo conoces?-
-Bueno... personalmente, no. Me dirigía hacia su casa para que me
enseñara artes marciales, pero no la encuentro...-respondió Yamcha.
-¡Yo también!- se sorprendió Krilin al escuchar esto.
-¡Podemos ir juntos, sube a mi lancha. Indícame el camino, así
llegaremos antes!-
-Por cierto, me llamo Krilin.- dijo el joven monje con una sonrisa
y extendiendo su mano derecha.
-Yo soy Yamcha.- contestó el bandido, estrechándole la mano.
Y ambos partieron rumbo a la Kame House.
Cuando finalmente llegaron, el maestro salió a la orilla tras oír
acercarse un motor. Los dos jóvenes, bajaron de la lancha y se presentaron
educadamente. Después le rogaron que los aceptara como alumnos para aprender artes
marciales y así derrotar a Son Goku. El Duende Tortuga no quería aceptar la
propuesta, les dijo que hace mucho tiempo que se retiró y ya no estaba en
condiciones de enseñar a nadie. Krilin y Yamcha le recordaron su reciente
enfrentamiento con Goku, y estaban convencidos de que aún podía ser un
excelente maestro.
Para terminar de convencerle, Krilin sacó una revista erótica de
su equipaje y se la regaló a Mutenroshi.
-Tome maestro, le he traído un regalo.-
-¡¡Krilin, ¿qué haces?!!- se sorprendió Yamcha, pensando que el
maestro se enfadaría al ver aquella revista.
Mutenroshi arrancó la revista de las manos de Krilin y se puso a
ojearla detenidamente.
-Sabía que le gustaría.- dijo Krilin ampliamente satisfecho.
-No... No imaginaba que el gran maestro Mutenroshi estuviera tan
interesado en estas cosas...- balbuceó Yamcha totalmente sorprendido.
-Bueno... ¡Está bien! ¡Seréis mis nuevos alumnos!- decidió el
Duende Tortuga.
-¡¡Bien!! ¡¡Yujuu!!- exclamaban los dos nuevos discípulos de la
escuela de la tortuga.
-Pero aviso que mis ejercicios son muy fuertes, tenéis que estar
preparados para lo peor.-
-¡Sí, maestro!- gritaron al unísono.
Y así, las vidas de estos dos jóvenes tan diferentes, se cruzaron
para tomar el mismo camino de ahora en adelante. El entrenamiento no sería nada
fácil, pero estando juntos, todo se haría mucho más llevadero.
Curioso que Krilin sepa que Muten Roshi es un descarado...
ResponderEliminarnumm saken mas episdios T_t
ResponderEliminaroye men pone mas capitulos de estos si no puedes subir paginas porfa
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